El nadador especial Gonzalo Díaz, quien obtuvo excelentes resultados en los Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro, recibió el saludo y reconocimiento hoy en la dirección general de Deportes de la intendencia
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En un mundo donde los espejos de los chicos, esos ejemplos a seguir, vienen en ingles y se dedican a vender no precisamente COCA cola. La PASTA de la que todo el mundo habla no es la BASE de la reunión familiar de los domingos. Los valores se modifican a la velocidad de Internet y sin querer vamos perdiendo esa candidez, esa inocencia que nos caracterizó a los uruguayos, eternos David enfrentándonos a un mundo de Goliats. Ese orgullo casi perdido de ser siempre punto pero saber interiormente que podíamos invertir la adversidad para terminar siendo banca. Donde nos llenábamos el pecho de orgullo hablando de Maracaná. Donde la mística garra charrúa, esa inexplicable rebeldía que hacia posible lo imposible es casi un mito. En ese “antiguo” mundo que para las nuevas generaciones es una fantasía de Harry Potter, aparece Gonzalo, nos da una cachetada de realidad y nos dice sin quererlo, si se puede.
Erika nos decía días atrás que “Los nadadores, sin lugar a dudas, son los más grandes atletas del mundo”. Solo los que amamos este deporte sabemos del esfuerzo y sacrificio que hacen los nadadores tras sus metas y es nuestro deber transmitirle al ciudadano común todo el trabajo que hay atrás del titular del diario cuando aparecen los resultados.
Hoy el reconocimiento a Gonzalo hace justicia a todo ese esfuerzo que lo convierte en no solo un atleta exitoso sino en un ejemplo a seguir, en un Campeón de la vida.
El prof. Juan Moreno, su actual entrenador, con una impresionante hoja de vida cargada de una herencia humanista con génesis carolino merece un capitulo aparte.
Hoy el tiempo es de Gonzalo y a través de él, de TODOS los nadadores que eligieron este deporte como una forma de vida.
Desde aquí le mandamos un “Salud Campeón”, porque es eso lo que es para nosotros.