La nadadora uruguaya, Antonella Scanavino, sigue la estela de su padre
Antonella Scanavino es centro de atención durante el Campeonato Suramericano de Natación Juvenil, que se realiza en el Parque Naciones Unidas. Su apellido es recordado por muchos.
A donde va los ojos la siguen pues su padre, el uruguayo Carlos Scanavino, fue campeón suramericano y panamericano en la prueba de 1.500 metros libre, donde era una referencia en el continente americano. Inclusive nadó en esta misma piscina durante los Juegos Panamericanos en 1983, cuando la afición deliró tras las fantásticas actuaciones de Alberto Mestre y Rafael Vidal, en el complejo que hoy lleva el nombre del entrenador Gregorio "Goyo" Tavío.
"Me siento halagada cada vez que la gente está pendiente de mí. Es un orgullo y a la vez una gran satisfacción saber que mi padre, que fue un gran nadador, es conocido por mucha gente y aún es recordado en Venezuela", manifestó Antonella.
Ella es una de las figuras principales de la selección juvenil de Uruguay. Conquistó la medalla de oro en los 100 metros mariposa y se perfila favorita en la prueba de 100 pecho y 200 combinado. Revela que su padre la aconsejó en todo momento antes de venir a Venezuela.
"Me dijo que me quedara tranquila porque esta piscina es muy rápida y me favorece. También me comentó que aquí se come muy bien, así que no debía preocuparme por nada", dijo.
La pequeña de 14 años relató que a pesar de sentir la responsabilidad de honrar el apellido, nunca se ha sentido presionada por ese motivo.
"No me incomoda. Más bien me da confianza. Es como tener a un entrenador en casa a quien le preguntas todo lo que se te ocurra y sabe mucho".
NE: nota completa diario Elobservador.com Venezuela